Llega el final del verano y en el bosque es el momento de cosechar frutos, también es el caso de nuestro jardín, las bayas llenan de color los arbustos.
Empezaremos por el sauco, un árbol de tamaño mediano de tipo arbustivo, pudiendo llegar a los 10 m de altura. Sus frutos aunque comestibles, producen cierto efecto laxante, por eso se suelen usar con cierta preparación, sobre todo mermeladas, aunque también se emplea para la elaboración de vinos y licores.
Continuamos con los rosales silvestres (rosa canina), en nuestro caso no necesitamos plantarlos, al contrario que con otras especies autóctonas de la zona, los rosales que tenemos han germinado de forma natural, sembradas por los pajaritos. Tal es así que tenemos que vigilar constantemente los nuevos brotes para que no invadan todo el jardín.
Los frutos del rosal silvestre conocidos como escaramujos, son rojos y anaranjados, de forma ovalada. Además de bellos y atractivos son una fuente excelente de taninos, flavonoides y vitamina C. Por lo que tienen aplicación como astringentes, antidiarreicos, diuréticos, protección capilar y venotónico. Se emplean para la prevención resfriados, gripe, diarrea, astenia primaveral, fragilidad capilar, varices y hemorroides, entre otras aplicaciones. Como diurético en afecciones urinarias, gota, hipertensión, retención de líquidos, etc. En uso tópico se emplean en heridas, ulceraciones, dermatitis, quemaduras, etc.
Por último las hojas se pueden usar como cicatrizantes de uso externo.
Para terminar esta primera parte, lo haremos con el famoso serbal de los cazadores, árbol de frutos anaranjados muy llamativos Debe su nombre al uso que se ha dado de sus frutos como cebo para la captura de pájaros.
Ya en tiempos de los celtas se consideraba un árbol mágico que simbolizaba la esencia de la vida.
Quizá por sus muchas utilidades y propiedades, sus flores pueden producir una bebida calmante. Las bayas contienen ácidos orgánicos desde el cítrico, el málico hasta el succino; además de un alto contenido en vitamina C. También ha sido usado contra la gota, accesos de tos, como astringente, para cortar los procesos diarreicos. Por último resulta muy saludable usado contra infecciones.
En nuestro caso las bayas les resultan tan agradables a lo pajaritos que anidan en nuestra propiedad, que ya tenemos varios arbolitos nuevos, nacidos gracias a la siembra de semillas que hacen después de ingerirlas.