Desde el primer momento en el que concebimos la idea de crear un nuevo establecimiento de turismo rural, tuvimos muy claro que queríamos compartir la sensación de paz y tranquilidad que transmite nuestra serranía.
También teníamos muy claro que no queríamos hacer un hotel convencional, debía contar con calles, plazas, recovecos que invitasen al descanso al tiempo que se garantizase la intimidad del viajero.
Por todo ello configuramos nuestro establecimiento como una aldea con los alojamientos separados entre sí, disponiendo los macizos de vegetación de tal manera que contribuyen al aislamiento y privacidad del cliente.
Todo esto favorece que en la actualidad contemos con un establecimiento que reúne las mejores condiciones para garantizar el distanciamiento de seguridad sanitaria necesario en estos tiempos tan difíciles. El acceso a los alojamientos se realizan siempre desde espacios exteriores, nuestro jardín.
A todo esto podemos sumar nuestro servicio de habitaciones que posibilita realizar los desayunos y comidas/cenas en el propio alojamiento, ya que cuentan con una zona de comedor.