En los bosques junto al Nacimiento del río Cuervo la vida se mueve y se esconde de los visitantes.
Con paciencia se pueden observar a muchos de los habitantes de estos parajes.
En esta ocasión han sido una pareja de arrendajos, estos inteligentes pájaros aprovechan las visitas de los humanos para conseguir unas raciones extras y fáciles de alimento. Van volando de un extremo al otro por el parking del Monumento Natural del Nacimiento del Río Cuervo, recolectando las sobras de los picnics.
Son muy cautos y no es fácil aproximarse a ellos, las imágenes están tomadas a pulso y desde una distancia considerable.